domingo, 13 de octubre de 2013

El Acusador Público- Crítica

Dirección Norberto Mangaroni
por Gabriel Fiorentino



Ante una sala llena, el Teatro IFT, pone en escena una muy interesante y bien lograda adaptación de la obra de Fritz Höchwalder, EL ACUSADOR PÚBLICO. 

Si bien es un texto escrito en 1948, en el período de post segunda guerra mundial y pone de manifiesto como el terror del Nazismo influenció dejando a flor de piel los miedos y ultrajes de esa época sobre Fritz Höchwalder y en su propia obra, también pone de manifiesto como puede repetirse la historia en otras épocas de manera cíclica, como una faceta degradada de la naturaleza humana que coexiste en la sociedad. Una faceta enquistada y latente que aguarda el momento oportuno para rebelarse y dominar.

La obra retoma el tema del poder, las conspiraciones, el terror y cómo ciertos sistemas sirven tanto para el bien como para el mal, dependiendo de quien articule y maneje los engranajes de esas máquinas. En este caso, muestra el interés que tenía la mujer más influyente de Francia, Teresa Cabarrús, de eliminar a una persona de alta posición e intocable en la esfera del gobierno. Para lograr su misión, es indispensable la participación del Acusador Público, pero sólo si éste accede a ayudarla sin develar hasta el último momento el nombre de quien debe ser enjuiciado, dado que por su posición en el gobierno, de enterarse de su intención o sospechar siquiera de la misma, sería ella la que terminaría muerta.

Es así que Inmersos en el espíritu de la Francia de la Revolución y bajo la Dirección de Norberto Mangaroni, el espectador revive y queda atrapado en una época tan frenética y exultante de heroísmo como de conspiraciones, llena de patriotismo y miserias humanas que no hacen más que poner de manifiesto la dualidad del ser humano que transita entre el bien y el mal. El amor y la traición. Dualidad que se mantiene y atrapa durante casi todo el transcurso de la obra, precisamente es el personaje central de la obra Fouquier Tinville, El Acusador Público, interpretado por Enrique Catarineu, quien desarrolla una tarea dramática casi ininterrumpida de más de dos horas en escena, con una insensibilidad, egocentrismo y filoso oportunismo acorde a la vivacidad de su lengua y a la mismísima guillotina; pero sumándole brillo, sarcasmo y pequeños destellos de humanidad a ese oscuro y perverso personaje de la historia.

La lúgubre escenografía, que está muy bien acompañada con el vestuario confeccionado por Enrique Bordolini para resaltar de época y perfil psicológico de cada personaje, se permite un toque de ruptura en el realismo mágico, al incluir objetos actuales, como lo son las carpetas que están a la vista, no por error, sino con la intencionalidad de manifestar el carácter cíclico de la repetición de los hechos en la historia de la humanidad, dándole al espectador un elemento común donde identificarse atemporalmente, acercándolo inconscientemente al día de hoy. 

Es destacable el buen articulado de la elección de gran parte de los actores y sus respectivos personajes, como lo son Nicolás Gruber, Yoana Redondo, Alejandro Gasperi, Claudio De Seta y Carlos Saidman, que contribuyen a hacer verosímil la historia y la postura sobre el tema de la crueldad y la muerte de una manera simple y espontánea, como un mero trabajo más o una decisión que se debe tomar por el bien común sin ningún tipo de culpas ni remordimiento. 

Una obra interesante para ver y poder apreciar una mirada particular de la Revolución Francesa y hacer una paralelismo con el Nazismo y otros gobiernos populares y/o totalitarios, de lo que puede pasar en cualquier época, incluso, hoy en día. 

-Gabriel Fiorentino para Espectáculos Off.-

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EL ACUSADOR PÚBLICO

Sábados a las 22 hs. en el Teatro IFT 

(Boulogne Sur Mer 549-CABA-)

Ficha Técnica

Actores

ENRIQUE CATARINEU

NICOLÁS GRUBER

YOANA REDONDO

CLAUDIO DE SETA

RAFAEL MONTAÑEZ

ALEJANDRO DE GÁSPERI

CARLOS SAIDMAN

GUSTAVO GONZALEZ ZUNGRI

JUAN IGNACIO MATÍN

ARIEL GRINSTEIN

Locución

SERGIO VAISMAN

ENRIQUE BORDOLINI

Sonido e Iluminación

Vestuario


Staff IFT

Dirección General

NORBERTO MANGARONI


viernes, 11 de octubre de 2013

Desmadre- Crítica



de Federico Jimenez
por Sofía M. Hoffmann



¿Cuánto cuesta un error?

Cuando una obra de teatro nos sorprende siempre queremos más. Desmadre sorprende. 

Son historias cruzadas, secretos que aparentan cosas que no son; es un drama con un tinte de comicidad. Una cena de amigos, un engaño y la mente de Lana (María Giusto), la pobre Lana que lleva en su alma marcas que no puede borrar, marcas que vamos conociendo en el transcurso de la obra y que nos duelen a nosotros también. 

Con la premisa de "'¿cuánto cuesta un error?" tumbando en las paredes de nuestra mente comienza esto que Walter Muni, con el personaje que primero aparece en escena, dice: "después de abandonar el escenario nada volverá a ser igual".


Una escenografía estática nos presenta la casa de Ramiro y Lana. Una pareja destinada al fracaso. Ramiro (Nestor Napolitano) es un escritor que parece estar tocando la cima con la publicación de su nuevo libro. Esa cima que en segundos se derrumbará ante sus ojos, y que, con Lana (Marina Giusto), todos su sueños se irán por la borda y su amor por ella será lo único que podrá salvarlos. 

Esta misma escenografía que nos presenta una situación cotidiana, es la misma que, acercándonos al final, cambia su significado sin que podamos notar apenas los detalles de en donde realmente estamos parados. 

Puede que Desmadre llegue a ser un tanto asfixiante, puede que queramos que todo se acomode, que Ramiro deje de rogar y que Lana lo perdone de una vez. Sin embargo, los giros cómicos dentro de una escena que parece desgarrarnos, son una inteligente y efectiva salida de parte del guión de Federico Jimenez, nos da respiro, nos tranquilizan, nos repone para poder llegar al final. Este humor llega junto a Agustín (Walter Muni), un antiguo amigo de Ramiro, un mujeriego con un complejo de Edipo un tanto alevoso y de su nueva (y más joven) novia, Marina (Ana Garcia), vededora de un sex shop; que es quien intenta apagar el incendio con su inocencia y simpatía. 

Desmadre nos invita a ser detallistas, a prestarle atención a todos sus personajes, a inspeccionarlos de cerca. Porque aquí nada es lo que parece y los personajes, casi sin avisar cambian, mutan ante nuestros ojos de una manera muy sutil y bien lograda. En especial por Walter Muni y su compañera Ana García.   


Un trabajo excepcional lleva a cabo Marina Guisto, que no hay duda que deja gran parte de su alma en el escenario. Sufre, oculta, siente, llora y ríe; dejando al público atento a su próxima palabra, a sus próximos movimientos...queriéndola entender, queriendo conocer su pasado... 

Si debemos criticarle algo a Desmadre, sería su iluminación, es una obra tan íntima que puede que la iluminación nos haga difícil la tarea de entrar por completo en la piel de estos personajes tan ricos, tan llenos para dar y con tantos matices. Pero es solo un detalle.
¿DESMADRE es la cura? eso, deberán averiguarlo ustedes...


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SABADOS 21 HS
LA MANZANA DE LAS LUCES
SALA TRINIDAD
Perú 272 - Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4342-6973 / 9930
- Periodo de las funciones: desde el 31/8 al 26/10 (inclusive)
- Precio de las entradas:$ 60-  $40 (jubilados y estudiantes)

- Elenco:
MARINA GIUSTO
NESTOR NAPOLITANO
WALTER MUNI
ANA GARCIA